lunes, 8 de marzo de 2010

Mujer, felíz día.



Por lo que significa en toda su generalidad, me propongo dirigirme a ti, mujer, que ocupas todos mis tiempos y mis desvelos. Que me tuviste allí en tus entrañas, y ahora me encuentro aquí despojado, sólo, añorando esos tiempos de latidos monstruosos. Bien nos conocemos, bien te conozco, desde adentro y desde afuera, por más que no haya podido penetrar en esos subterfugios rincones de tu pensamiento, esos sectores dotados de una magnificencia que aún…, no puedo descifrar.
Mujer del día a día, hoy es tu día, y aquí me dispongo un tiempo, entre tantos, para dedicarte.
Dedicándote silencios y palabras, porque sólo las palabras no bastan para explicar lo inexplicable. Me introduzco en una selva de intenciones difíciles de cazar, pero que sabrás entender, no es fácil hacerlo dotado de tan pocas armas. Entonces, a fuerza de ingenio logro mantener el control de los sentidos, pero es de noche en esta selva y, espero no te enojes. Coqueteando con el erotismo y la sensualidad es que reniego para no ofenderte pero me temo que no puedo evitarlo y es por eso que repito: ¡no te enojes!
No te enojes si no se entenderte es que en eso se basa mi entendimiento y en tanto misterio de la vida es que te deseo y te alabo. ¿Que habría de llamativo, entonces, si de ti todo sabría? Por eso es que te imploro con más certeza en este día que continúes así de indescifrable, mujer.

1 comentario:

  1. ahí está nuestra esencia !!! Es un halago que no nos entiendas ! Saludos !

    ResponderEliminar

Related Posts with Thumbnails