sábado, 29 de mayo de 2010
Día lluvioso.
En días como estos,
es cuando me pregunto,
porque no me estoy mojando,
con tus lágrimas,
con tu sudor,
o con la lluvia.
En días como estos,
es cuando salgo a buscar,
una compañía casi inexistente,
invisible,
inesperada.
En días como estos,
es cuando me pregunto
donde quedo el amanecer,
donde quedaron esos rayos de luz
y esa sonrisa.
Días como estos me recuerdan
algo parecido a la resignación
de un calor que no está.
De un calor,
que tal vez,
no se dar.
es cuando me pregunto,
porque no me estoy mojando,
con tus lágrimas,
con tu sudor,
o con la lluvia.
En días como estos,
es cuando salgo a buscar,
una compañía casi inexistente,
invisible,
inesperada.
En días como estos,
es cuando me pregunto
donde quedo el amanecer,
donde quedaron esos rayos de luz
y esa sonrisa.
Días como estos me recuerdan
algo parecido a la resignación
de un calor que no está.
De un calor,
que tal vez,
no se dar.
viernes, 28 de mayo de 2010
"El partido" de Maiakovski
El Partido
es como
un huracán bravío
en el que voces finas, quedas,
se han unido y fundido;
a su embate,
se quiebran
las fortalezas del enemigo,
como del cañoneo
saltan los tímpanos de los oídos.
Desgraciado del hombre
cuando está solo.
Mal lo pasará,
ninguna batalla ganará,
todo el que posea una fuerza mayor
será su señor
e incluso los débiles
si son dos.
Pero
si en un Partido
se apiñan los pequeños
entonces
¡ríndete enemigo,
y quédate ahí quieto!
El Partido
es una mano de un millón de dedos,
apretada
con vigor,
en recio puño demoledor.
Uno solo es absurdo,
uno es como ninguno,
uno,
por muy importante
que sea,
no levantará
ni una simple
viga de madera
y menos un edificio
de cinco pisos.
El Partido
son
millones de hombros,
apretados, estrechamente,
unos contra otros.
Con el Partido
obras levantaremos
hasta el cielo,
ayudándonos siempre,
elevándonos mutuamente.
El Partido
es la espina dorsal de la clase obrera.
El Partido
es la inmortalidad de nuestra causa entera.
El Partido
es lo único que jamás me traicionará.
Hoy dependiente soy,
pero mañana
reinos del mapa podré borrar.
El cerebro de la clase,
la acción de la clase
la fuerza de la clase
la gloria de la clase,
¡eso es el Partido!
El Partido y Lenin
son hermanos gemelos;
para la madre-historia,
¿quién es más entrañable de ellos?
Cuando decimos: Lenin
es como si dijéramos:
el Partido
Cuando decimos: el Partido
es como si dijéramos:
Lenin
es como
un huracán bravío
en el que voces finas, quedas,
se han unido y fundido;
a su embate,
se quiebran
las fortalezas del enemigo,
como del cañoneo
saltan los tímpanos de los oídos.
Desgraciado del hombre
cuando está solo.
Mal lo pasará,
ninguna batalla ganará,
todo el que posea una fuerza mayor
será su señor
e incluso los débiles
si son dos.
Pero
si en un Partido
se apiñan los pequeños
entonces
¡ríndete enemigo,
y quédate ahí quieto!
El Partido
es una mano de un millón de dedos,
apretada
con vigor,
en recio puño demoledor.
Uno solo es absurdo,
uno es como ninguno,
uno,
por muy importante
que sea,
no levantará
ni una simple
viga de madera
y menos un edificio
de cinco pisos.
El Partido
son
millones de hombros,
apretados, estrechamente,
unos contra otros.
Con el Partido
obras levantaremos
hasta el cielo,
ayudándonos siempre,
elevándonos mutuamente.
El Partido
es la espina dorsal de la clase obrera.
El Partido
es la inmortalidad de nuestra causa entera.
El Partido
es lo único que jamás me traicionará.
Hoy dependiente soy,
pero mañana
reinos del mapa podré borrar.
El cerebro de la clase,
la acción de la clase
la fuerza de la clase
la gloria de la clase,
¡eso es el Partido!
El Partido y Lenin
son hermanos gemelos;
para la madre-historia,
¿quién es más entrañable de ellos?
Cuando decimos: Lenin
es como si dijéramos:
el Partido
Cuando decimos: el Partido
es como si dijéramos:
Lenin
domingo, 16 de mayo de 2010
domingo, 2 de mayo de 2010
Sos una hermosa persona
Es el calor de tus ojos
El aroma de tus ideas
Y tu ferviente convicción
Lo que me ha cautivado
Es tu sensibilidad
Tu libertad
Que en un remolino
Ferviente de pasión
Me han contagiado
Es la llama
Que veo encenderse
Cuando de tu boca hermosa
Profesás lucha.
No quiero incomodarte
Es que por un instante,
Mis cuerdas se aflojan
Y soy libre.
El aroma de tus ideas
Y tu ferviente convicción
Lo que me ha cautivado
Es tu sensibilidad
Tu libertad
Que en un remolino
Ferviente de pasión
Me han contagiado
Es la llama
Que veo encenderse
Cuando de tu boca hermosa
Profesás lucha.
No quiero incomodarte
Es que por un instante,
Mis cuerdas se aflojan
Y soy libre.
jueves, 22 de abril de 2010
Caras cansadas, gastadas y golpeadas. No se resignan a la opresión y deciden manifestar su disconformidad. Ha pasado no más de dos siglos desde la revolución industrial y esos monstruos metálicos parecen procrearse e invaden, irrumpen, compiten, y destronan aquella fuerza de trabajo humana tan succionada y menospreciada por los dueños del capital. Por las noches, son el tormento de una pesadilla, y durante el día, son el acoso de la desocupación. Cuanto lamento que los ludditas hayan perdido esa batalla librada tan ingenuamente, como si con la destrucción de la maquinaria, se habría de terminar esa mentalidad capitalista que nos caracteriza.
martes, 20 de abril de 2010
Pilotos
Vistiendo pilotos elegantes se exhiben los nuevos jóvenes a las puertas de un edificio dedicado al comercio exterior. Caras cultas portando jerarquía se debaten polémicas de la labor desempeñada durante el día. Ha terminado su jornada laboral, ha terminado la exposición de lo que marca el rumbo sus días, de sus vidas. Conversaciones facultativas que van desde el posgrado bienintencionado al futuro comercial. Jactancia de una buena posición económica manifiestan sus posturas elocuentes y desprovistas de humildad. Ademanes bien pensados transmiten la seguridad característica de la no preocupación por las temáticas ajenas a su jurisdicción. Ya nada queda más que un paisaje pintado de marionetas danzantes comunes y corrientes. Marionetas que interactúan en un sin fin de hipocresías y risas poco tímidas. Ya nada queda más que una materialidad tangible al más ajeno de los casos. Ya nada queda.
miércoles, 14 de abril de 2010
Consternados rabiosos
Consternados rabiosos
Así estamos
consternados
rabiosos
aunque esta muerte sea
uno de los absurdos previsibles
da vergüenza mirar
los cuadros
los sillones
las alfombras
sacar una botella del refrigerador
teclear las tres letras mundiales de tu nombre
en la rígida máquina
que nunca
nunca estuvo
con la cinta tan pálida
vergüenza tener frío
y arrimarse a la estufa como siempre
tener hambre y comer
esa cosa tan simple
abrir el tocadiscos y escuchar en silencio
sobre todo si es un cuarteto de Mozart
da vergüenza el confort
y el asma da vergüenza
cuando tú comandante estás cayendo
ametrallado
fabuloso
nítido
eres nuestra conciencia acribillada
dicen que te quemaron con qué fuego
van a quemar las buenas
buenas nuevas
la irascible ternura
que trajiste y llevaste
con tu tos
con tu barro
dicen que incineraron
toda tu vocación
menos un dedo
basta para mostrarnos el camino
para acusar al monstruo y sus tizones
para apretar de nuevo los gatillos
así estamos
consternados
rabiosos
claro que con el tiempo la plomiza
consternación
se nos ira pasando
la rabia quedará
se hará más limpia
estás muerto
estás vivo
estás cayendo
estás nube
estás lluvia
estás estrella
donde estés
si es que estás
si estás llegando
aprovecha por fin
a respirar tranquilo
a llenarte de cielo los pulmones
donde estés
si es que estás
si estás llegando
será una pena que no exista Dios
pero habrá otros
claro que habrá otros
dignos de recibirte
comandante.
MARIO BENEDETTI
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